sábado, 1 de febrero de 2014

L., yo y el CIE



Acabo de volver del centro de internamiento de extranjeros de aluche y aun no me repongo del asco hacia esas cárceles alegales y amorales, y tampoco me deshago del asombro de constatar que mi compañero, mi interlocutor, el interno al que visité, me parece más libre que yo.

Sentada ante una mesa, ante mi una mampara de cristal, tras la mampara otra mesa, otra silla, tras ellas una galería, la galería cerrada por un muro, en los muros barrotes. los policías se reían, como si no estuviesen reteniendo personas, como si aquello fuese una juerga. el sol entraba por la ventana, entre los barrotes, mi compañero no llegaba y dibujé lo que veía desde donde estaba sentada: el teléfono, la mampara, los barrotes. imposible dibujar el sol que entra desde el otro lado.
Llega el hermano y sonríe, es enorme de alto, la sonrisa más limpia que he visto nunca en un adulto, su voz clara al otro lado del teléfono. puta mampara, putas leyes que encierran y separan, yo quería abrazarle y estaba ahi ese puto cristal.
Estaba nerviosa ¿qué puedo ofrecerle? ¿como puedo ayudarle? ¿cómo puedo animarle? nerviosismo inútil y estéril: él me ha ayudado, él me ha animado, él me ha ofrecido una visión del mundo mucho más luminosa que ese sol que brillaba a su espalda, él era el sol, él, detrás de la mampara, en la galería, junto a los barrotes, es más libre que yo y ahora me siento más limpia que antes, más grande que antes, más conectada a la vida que antes, y todo eso me lo ha dado el hermano senegalés que sabe que es libre mientras que yo, estando fuera de los muros, vivo menos ligera que él.

Gracias hermano. La próxima visita que sea afuera, afuera de los muros y afuera de mis propios límites, para que podamos abrazarnos con todo el cuerpo y no solo con las sonrisas (esas sonrisas libres a pesar de los policías, de los barrotes y de las mamparas).




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Un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) es un establecimiento público de carácter no penitenciario donde se retiene de manera cautelar y preventiva a extranjeros sometidos a expediente de expulsión del territorio nacional. Los Centros de Internamiento de Extranjeros son un instrumento extendido por toda la Unión Europea adoptado en desarrollo de la política migratoria común suscrita en el acuerdo de Schengen de 1995. También son práctica común en Estados Unidos desde 1996.



En España hay ocho centros que dependen del Ministerio de Interior. En ellos se incumplen reiteradamente los derechos humanos, manteniendo bajo custodia y en condiciones represivas a personas que no han cometido delito alguno, pues carecer de "papeles" es a efectos legales una falta administrativa, algo similar a una multa de tráfico (sin embargo consideraríamos inconcebible la privación de libertad de una persona a consecuencia de una multa de tráfico, y sin juicio previo). Los internos son un número, no son tratados como personas, mucho menos como ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho, y han sido denunciadas por parte de los internos la insalubridad de los centros, la falta de atención médica necesaria, y los abusos a internos e internas.


En ellos han tenido lugar muertes de internos sin que se hayan señalado responsables. Los CIEs son los guantánamos españoles.



                            ¡CERREMOS LOS CÍES!